Hass

“Pase al frente” – dijo el profesor.

“Pase al frente…” – repitió el profesor.

“Ezcuincle!” – gritó el profesor enojado.

En ese momento volteé a verlo, encarando mis ojos desmesuradamente abiertos con los suyos que me callaban como cuchillos cortando mis palabras en pedazos irreconocibles.

“¿Sigue usted soñando verdad?” – dijo con su clásico tono tranquilo como burlándose de uno.

“¿En quién piensa?, ¿Está enamorado?, ¿O por qué no pone atención?”

En ese instante volteé a verla, casi en automático. Sus ojos cruzaorn los míos, los de ella asombrados, los míos llenos de vergüenza, rápidamente, asi como llegaba el color rojo a sus cachetes, ella giraba su cara para evitar ver en mis ojos la respuesta al maestro.

El encanto del momento había desaparecido, lentamente giré mi cabeza en dirección al maestro, pero en esta ocación la tenía baja. No se si era la vergüenza por ella haberme leído como libro, o la de soñar en clase con alguien que jamás vería a este ser así como mis ojos la admiraban a ella.

“No profesor, lo siento, ya pondré atención” – respondí titubeando.

“Eso espero” – respondió mientras se dibujaba una sonrisa en su boca, pequeña, pero definida.
¿Se había dado cuenta de lo sucedido el maestro? ¿O sólo se burlaba creyendo me intimidaba?. Así como había una pregunta, nacían dos más. Era inhumano considerarlas, mi atención dejaba la clase para meterse en mis asuntos, inmiscuyéndose, opinando aquí y allá.
Continué pensando una y otra cosa. “¿Qué hacer?” es la que retumbaba en mi cabeza. Podía hablar con ella o no. Si lo hacía, ¿qué pasaría? Y si no lo hacía, ¿qué?.  Así continué entre mis pensamientos cuando volví a escuchar al profesor.

“¿Otra vez soñando en mi clase?”

Simplemente le respondí sonrojándome.

“Ay esta juventud… Bueno, damos por concluída la clase” – añadió.

Tomé mis cosas, las empaqué en mi mochila y tentando sobre mi pantalón, del lado izquierdo, oprimí el botón de “play”. Comencé a caminar, mientras me ponía mis audifonos.

“Verborgen in mir… Verschlingt mich ganz… Tief in mir mit dir… In ein schläfrigen Tanz… Gefunden in Feuer Meer…“. Escuchando el himno de otro sufrimiento sofocar los coros del mío… „Ich hasse dich… Ein Geschenk deine Liebe… Wo ist sie gegangen… Ich sehe ein Licht… Und die Gewalt dieses Meeres… Lässt mich Frieden von dir… Ich hasse dich… Ich hasse dich…“

Sin pensar mas continué caminando, hasta la próxima vez que al viera… Ich hasse Sie.

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