Kategorie: Cuentos

Brim 7 – Sala

Me levanté del sillón aún estando mareado. Había olvidado por completo todo lo aprendido en mi retiro AA. Busqué entre los cadáveres quién pudiera ayudarme, solo encontré desdicha y soledad. Botella tras botella, una más vacía que la anterior, como

Brim 6 – Pasiones

„Las pasiones engendran las necesidades. La paz interior se ve mengüada por la intensa búsqueda de felicidad, que de no ser de cara al bien, obliga al vicio y la desventura. ¿Qué opinas tu Brim?“ – pregunte mientras veía sus

Uinen

Al igual que el cuento de Brim se basó únicamente en la escena de la bebida morada, este cuento se basa únicamente en la escena del frío. No es EL gran cuento, no es mi mejor cuento, ni tampoco es

Apariencias que se deshacen ante la contemplación

¿Qué somos cuando soñamos que no somos lo que somos? ¿Dónde comienza el ser y dónde las apariencias? ¿Qué es el amor sino un baile de apariencias, un desfile de pretenciones, una danza barroca de sentimientos ocultos? ¿Qué somos entonces

Chacharero

„¿Qué traes contigo?“ — preguntó el niño. „Chacharas que tira la gente“ — respondió el chacharero. „¡Woaooo!“ — exclamó con asombro el niño, sus ojos iluminados, abiertos completamente, su cuello de jirafa, aproximándose para intentar ver que traía. „¿Seguro que

Diario

Lunes 12 de enero ¡Diario! Estoy muy emocionado por fin después de tantas vacaciones volví a la escuela, mis profesores aunque son los mismos de siempre les sentó bien el año nuevo, están más animados, tienen nuevas ideas. Mis materias

Historia de un muerto

Nota: La verdad no recuerdo de que va la historia. No recuerdo por qué la escribí. Creo que fue basada en un compañero (historia no verídica, solo lo tomé como personaje). De sucesos que no sucedieron. De una vida que

Ven

* Ven, sube* – dijo ella viéndome a los ojos. *Hoy no te quiero* – dije mientras subía – *está húmedo*. *Porque te quise ayer* – dijo tomando mis manos entre las suyas. *Y mañana no te querré* – murmuraron

Barbie Condeshi

*Ey, me dijeron que te dicen Barbie Condeshi y quería comprobarlo y veo que es cierto* – escribí por un momento. Recapacitando, como una saeta, cruzó mi pluma la línea entera, llenándose con tinta el vestigio de una mala idea.

Hass

“Pase al frente” – dijo el profesor. “Pase al frente…” – repitió el profesor. “Ezcuincle!” – gritó el profesor enojado. En ese momento volteé a verlo, encarando mis ojos desmesuradamente abiertos con los suyos que me callaban como cuchillos cortando

Top